Te espero.
Y mientras te espero, reconozco mi temor, mis ganas, mis impulsos, no los puedo controlar, ahí están y actúan solos... Tampoco lo quiero hacer, porque repetiría lo mismo, reprimirlos y condenarlos a no ser ellos mismos…
Te espero... vivamos los procesos cada quien en su interior y en algún momento, esta vida nos dirá si esas ganas y mi intuición son ciertas.
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